REQUISITOS GENERALES
Ligereza, para hacer más desenvuelta la forma de caminar.
Flexibilidad, fundamentalmente en el punto en el que se flexionan los dedos durante la marcha.
Piso plano, con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda.
Horma ancha, que no le apriete ni le obligue a superponer los dedos. El talón no ha de "bailar" en el interior, ya que el zapato puede salirse o formarse ampollas dolorosas en los pies.
Sistemas de cierre y ajuste como las cremalleras, velcros, los cordones o los sistemas mixtos garantizan un cierre perfecto.
Materias naturales, tanto en el exterior como en la parte interna.
El interior de sus zapatos no debe tener incómodas costuras en relieve.
Suela antideslizante para evitar caídas peligrosas y proporcionar agarre en la marcha consolidada, para hacer más desenvuelta la forma de caminar.